"Anda andará"

Ideas Liberadas

Cuando un informático no sabe qué hacer...
  1. Se dedica a pensar en sus frikismos y es que señores, los estereotipos también nos afectan...
  2. Renegamos sobre los usuarios y sus verdaderas intenciones de volvernos majaras...
  3. Buscamos en San Google alguna página que nos haga este mundo tecnológico menos caótico y un poquito más alegre...
  4. Crea un blog... La idea de este blog nace en el punto 3, mezclado con un poco del 1 y terminando por buscar un punto 2 que no hallé por ningún lado, y es que cuando tenemos un día en el que nuestras ideas no se pueden liberar...
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6 jun 2013
Hoy como recuerdo, quisiera que mirásemos un poco para atrás y nos diéramos cuenta de algo: Nos hemos hecho mayores.

Sé que suena lógico, pero no me digáis que no pensáis “estoy mayor para estas cosas” cuando decidís hacer una locura... tipo... “voy a irme de fiesta toda la noche” y es que antes salías 4 noches, y a la mañana siguiente estabas preparado para lo que cayera! Hoy te das un rato de esparcimiento de unas horas (que no toda la noche) y tardas 3 días en recuperarte (o 6 si hay resaca de por medio).

El caso es que ahora vas por la calle y llega un niño y me dice “señora!” y yo no me doy por aludida, el niño pensará que soy una estúpida, pero la verdad es que no me reconozco como “SEÑORA” (es que suena hasta mal!) por lo que no lo hago a posta, no me doy ni cuenta y lo ignoro.

Os imagináis yendo con la bicicleta todo el día, subiéndoos a los árboles, escalando pedruscos o echando una carrera? No! Pasados los 25, o eres un deportista, o eso pasa a formar parte de tus recuerdos junto con ese flotador que se ha instalado en tu anatomía y que ha decidido acompañarte para el resto de tus días.

El caso es que yo iba con mi bici a todas partes, que es lo que quería reseñar... en mil ocasiones me he caído y me he roto algún hueso, dislocado, hecho esguinces y mil rasguños y heridas... esas son las “heridas de guerra” que o pasan desapercibidas o te persiguen por el resto de tus días, haciendo que hasta con 30 años, tus amigos las recuerden... “Os acordáis de cuando se pegó el piñazo aquél?” y tú les miras con una sonrisa que en el exterior es medio “Chucky”, medio “Miércoles Adams” y en tu interior estás ideando la mejor manera de clamar venganza.



Pero claro, mi bici no era una "mountain bike" tan chula como las suyas, la mía era una pedazo de motoretta, eso sí, con cesta, para que me mandaran a hacer los recados... pesaba como una tonelada aprox. y no tenía ni marchas ni nada, pero subía las cuestas igualmente, a burra no me ganaba nadie!

Una de las veces que me caí, fue llevando “paquete” en la bici, una vez un amigo, y otra a mi hermana... y es que no teníamos control ni conocimiento, íbamos como exhalaciones, como si no hubiera un mañana, y así pasaba... que unas veces te limpiaban y echaban “mercromina” y otras te tenían que llevar al médico y te daban puntos, que eso sí que molaba!




Pero hay que reconocer que pese a que te fastidiaba parte del verano, y que te tenías que bañar con una bolsa de plástico atada y haciendo malabares, no había nada tan chulo como llevar escayolado el brazo (para los de fuera, porque para mí era un suplicio, y picaba muchísimo!), y que tus amigos te firmaran y te hicieran mil dibujitos... eso era lo más,








 

 pero si querías que ya fuera lo más de lo más, te tenías que romper una pierna, y que te dieran muletas! Si, éramos así, le pedíamos las muletas al “lisiado” de turno, como si no las necesitara, para hacer el cabra por ahí. Y después, le firmábamos, (o me firmaban, porque casi siempre era yo...).

Y todo tenía su lado malo, porque cuando te la iban a quitar pasabas verdadero terror, te ponían la mano o pierna sobre la camilla y encendían esa especie de batidora con sierra, que pensabas que te iba a rebanar, y le preguntabas al médico "-Oye, eso no me cortará el brazo/pierna, no?", y es que ya solo el sonido te causaba pánico, pero al final lo único que tenías era un brazo o pierna de mono, llena de pelo, y que te aseguraban que se caería a los días, y oye, tenían razón!










A vosotros os pasaba algo así? Cuántas veces os rompisteis algo?



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